Boletín semanal
Boletín nº44 12/11/2024
ARTÍCULOS
Nuevo trabajador: la importancia de una bienvenida efectiva.
Germán Bermúdez Rodríguez, Departamento de Recursos Humanos de SuperContable.com - 11/11/2024
Recibir a un nuevo trabajador es un momento crucial que va más allá de una simple formalidad. Es el inicio de una relación que puede ser transformadora tanto para el empleado como para la organización. Aunque parece algo obvio, cabe destacar que la experiencia de la bienvenida comienza mucho antes de que el nuevo colaborador pise la oficina por primera vez. En este sentido, el proceso de selección debe ser meticuloso y considerado.
Una comunicación clara y abierta durante las entrevistas establece no solo las expectativas del rol, sino también la cultura de la empresa. Ofrecer una retroalimentación honesta a todos los candidatos, incluso a aquellos que no son seleccionados, refleja un compromiso con el desarrollo profesional y humano, y deja una impresión duradera de respeto y profesionalidad. Y algo que muchas veces se deja en el tintero, pero que puede ser un factor diferencial en el trato humano: ofrecer actualizaciones regulares y genuinas sobre el proceso selectivo en el que el candidato se encuentra inmerso, para buenas y malas noticias por igual.
Cuando finalmente llega el día y el nuevo empleado entra por la puerta, la calidez de la bienvenida puede ser fundamental. La psicología ha demostrado que el ser humano forja la primera impresión en los primeros 30 segundos, así que, ¿por qué no intentar que sea positiva antes de que se materialice? Un simple mensaje de bienvenida antes de su primer día, ya sea un email corporativo amable o incluso una tarjeta física, puede generar una sensación de emoción y anticipación. A su llegada, contar con un mentor que lo reciba y lo guíe a través de sus primeras horas es una práctica de un valor incalculable para el trabajador. Este gesto no solo facilita la adaptación, sino que también establece un primer vínculo que puede ser determinante en su integración a la cultura de la empresa.
El primer día debe ser un viaje cuidadosamente diseñado, comenzando con un recorrido por las instalaciones. Mostrarle la oficina, presentarlo a sus compañeros y explicar las áreas clave es fundamental para que se sienta como en casa. Imagina cómo se siente al conocer a cada miembro del equipo, en un ambiente distendido donde pueda hacer preguntas y comenzar a tejer relaciones desde el primer momento. Organizar una pequeña reunión informal, donde todos puedan compartir un poco sobre sí mismos y sus roles, puede romper el hielo de manera efectiva y fomentar un sentido de pertenencia.
Sin embargo, la acogida no termina al finalizar el primer día. Un seguimiento regular, como revisiones cada cierto tiempo, permite no solo ajustar objetivos, sino también ofrecer retroalimentación constructiva que potencie el crecimiento del nuevo trabajador. Este enfoque, aparte de beneficiar al empleado también fortalece el equipo y la organización en su conjunto. Al crear un ambiente de apoyo y conexión, la empresa no solo retiene talento valioso, sino que cada nuevo comienzo se convierte en una oportunidad para crecer juntos y construir un lugar de trabajo donde todos se sientan valorados y motivados para contribuir.
Reflexionar sobre el proceso de acogida no solo nos permite mejorar la experiencia del nuevo empleado, sino que también nos recuerda que cada persona que se une a nuestro equipo trae consigo un mundo de ideas, perspectivas y talentos. Cultivar un ambiente de acogida y colaboración se debe contemplar como una inversión continua en el futuro de nuestra organización.
Para terminar, me gustaría recurrir a las palabras que me dijo un antiguo superior y amigo: Una simple cafetera puede ser la mejor herramienta para fomentar las relaciones entre los compañeros, a un precio irrisorio. Esos 5 minutos de conexión durante el café pueden hacer más que la mayoría de los talleres de clima laboral. Se trata de un oasis en la rutina donde las diferencias del puesto se dejan de lado y se puede conocer realmente a la persona.