Prescripción y caducidad en el ámbito laboral.

    Cuando hablamos de plazos de prescripción o caducidad en el ámbito laboral, nos referimos a la posibilidad de que una acción (contra el despido, contra una infracción laboral del empleado...) que tenga derecho a ejercer la empresa contra el trabajador o viceversa (o en ocasiones alguno de ellos frente a la administración o a la inversa), pueda, por una mera cuestión de seguridad jurídica para las partes, perder su eficacia si no se ejercita dentro de un plazo determinado.

    La caducidad y la prescripción se regulan dentro del Estatuto de los Trabajadores, dentro del artículo 59 del texto legal.



    Este plazo es el que la Ley indica para cada una de ellas y será de caducidad o de prescripción en función de determinadas características del propio plazo o de la acción para la que esté reservado

    Existen multitud de acciones de caducidad y de prescripción en el mundo del Derecho; nos centraremos en aquellas que tengan alguna trascendencia laboral y cuyo uso venga reservado a alguna acción relacionada con las relaciones entre la empresa y sus trabajadores.

    Además, la aplicación práctica de la caducidad y la prescripción plantea ciertas particularidades que analizamos en profundidad en sus respectivos apartados:

¿Qué son los plazos de caducidad y de prescripción?

    Los dos son formas de extinguir el derecho por el transcurso del laxo de tiempo que tiene alguna de las partes para ejercer las acciones; no obstante se aprecian ciertas diferencias que pueden ser objeto de exposición:

• Plazo de Caducidad: está reservado (en la mayoría de supuestos) para intervalos de tiempo cortos o muy cortos; por ejemplo, la caducidad contra la acción de despido o de disconformidad con las vacaciones es de 20 días hábiles.
  
  Es decir, poniendo el caso de las vacaciones como ejemplo, el trabajador al que se le hayan denegado o que no esté de acuerdo con la fecha de fijación tendrá 20 días desde que comunique la fecha para interponer la demanda.
  
  Dentro del mundo laboral se da una excepción al funcionamiento normal que tiene la caducidad en otras ramas jurídicas: su suspensión. De este modo, hay acciones suspenden el plazo para posteriormente  reanudarse por el tiempo restante; NUNCA desde el principio.
  
  Un ejemplo claro de la suspensión para la posterior reanudación es la presentación de la papeleta de conciliación frente al SMAC o UMAC en acciones contra el despido. En el siguiente apartado del programa les ofrecemos información concreta sobre los efectos de la papeleta de conciliación en plazo de caducidad.
  
• Plazo de Prescripción: mientras que el plazo de caducidad es habitualmente muy corto, la prescripción suele referirse a intervalos de tiempo mayores (aunque existen importantes excepciones como la prescripción de las sanciones). Por ejemplo, el plazo de prescripción en materia de reclamaciones salariales es de un año.
  
  El plazo de prescripción no se suspende, se interrumpe y su interrupción conlleva que su cómputo vuelva a comenzar desde el inicio. Es decir, partiendo de un supuesto como el de una reclamación de cantidad del trabajador, que cuenta con una prescripción de un año, si el trabajador mandara burofax con acuse de recibo solicitando la interrupción en el día 360, el plazo se reiniciaría por otros 365 días más.

Comentarios

Acciones sujetas a plazo de prescripción
Acciones sujetas a plazo de caducidad
Supuestos de aplicación de prescripción y caducidad.

Legislación

Art. 59. E.T. RD-Legis 2/2015. Prescripción y caducidad.

Jurisprudencia y Doctrina

Sobre caducidad y prescripción.